Traducido por Aymenn Jawad Al-Tamimi
VersÃculo 40 de Sura 2 habla de los ‘Hijos de Israel’, empezando una meditación extensa sobre todo lo que hizo Alá por los judÃos, y la ingratitud con la que le pagaron. VersÃculo 41 les advierte que no abandonen ‘mis revelaciones por un precio insignificante’, lo que interpretan generalmente los comentadores islámicos como exhortar a que se antepongan los servicios de Alá a las preocupaciones de este mundo. Sayyid Abul A’la Maudadi, un intelectual famoso islámico del siglo veinte y partidario del Islam polÃtico, dice en su comentario masivo ‘Para Comprender El Corán’ que este versÃculo se refiere a los beneficios de este mundo por los cuales (los judÃos) rechazaban las directivas de Alá’. Sin embargo, muchos lo han interpretado como reprender a los que le vendieran a Mohamed las materias que afirmaron que fueron la revelación divina, pero no fueron en realidad- son la gente que es vuelta otra vez sobre los carbones en 2:79.
No obstante, los judÃos pueden volver a recibir el apoyo de Dios si se hacen musulmanes. El lector que hable inglés no lo vea posiblemente ya que les exhortan las traducciones a que recen tenazmente y practiquen de manera frecuente la caridad (como traduce Abdullah Yusuf Ali), pero en árabe la palabra utilizada aquà para la oración es ‘salat’ (الصَّلاَة) y la palabra para la caridad es ‘zakat’ (الزَّكَاة) que se refieren especÃficamente a la oración y a la caridad islámica. Los no musulmanes no pueden ni rezar ni pagar el zakat. Ibn Kathir lo afirma directamente acerca de la necesidad de hacerse musulmán: ‘Alá les mandó a los Hijos de Israel que se hicieran musulmanes y siguieran a Mohamed’. Sayyid Qutb dice aquà que Alá ‘les invita a los israelitas a unirse a los musulmanes en sus prácticas religiosas y que abandonen sus prejuicios y sus tendencias etnocéntricas.’
A partir de versÃculo 47, dice Maudadi, ‘se refiere a los episodios más conocidos de la historia judÃa. Ya que estos episodios fueron conocidos por todos los niños judÃos, se narran brevemente, en lugar de en detalle. Se espera que la referencia les recuerde a los judÃos tanto de los favores con los que los israelitas habÃan sido dotados por Dios como los delitos con los que habÃan respondido a esos favores’. Éstos incluyen el hecho de que los hebreos fueron rescatados del Faraón (2:49-59); el episodio del becerro de oro (2:54-55), y la alimentación de la gente con maná y codornices en el salvaje (2:57 y 2:61), culminando con la afirmación que los judÃos fueron cubiertos de humillación y sufrimiento; se la buscaron la ira de Alá. Esto fue porque continuaron rechazando las señales de Alá y matando a sus profetas sin causa justa. Esto fue porque se rebelaron y continuaron pecando.’ (2:61).
Ibn Kathir aplica estas palabras a todos los judÃos: ‘Este Ayah (versÃculo) indica que los Hijos de Israel fueron plagados de humillación, y que esto va a continuar, lo que significa que no cesará nunca. Continuarán sufriendo la humillación a manos de todos los que interactúen con ellos, junto con la vergüenza que se sienten.’
Posiblemente parezca raro que siga inmediatamente uno de los versÃculos de ‘tolerancia del Corán’, el versÃculo 62 que parece prometerles un lugar en el ParaÃso a ‘los que sigan las (escrituras) judÃas, y los cristianos y los sabeos.’ Mohammed Asad se regocija: ‘Con amplitud de miras sin paralelo en cualquier religión, la idea de salvación se promete aquà a condición de tres cosas solamente: la creencia en Dios, la creencia en el DÃa del Juicio, y la acción justa en la vida’. Sin embargo, se contradice por añadir ‘en esta escritura divina’ después de las palabras ‘los que hayan sido seguidores de la fe’ en su traducción de versÃculo 62- es decir, para ser salvado, hay que creer en el Corán junto con las revelaciones anteriores. De hecho, los comentadores musulmanes no están dispuestos a ver este versÃculo como indicación del pluralismo divino. Los traductores Ali y Pickthall, asà como Asad, creen que es necesario añadir las glosas entre paréntesis que hacen que el pasaje signifique que los judÃos y los cristianos (junto con los sabinos, cuya identidad se discute) no serán salvados a menos que se hagan musulmanes. Y según Ibn Abbas, este versÃculo fue abrogado por 3:85: ‘Si alguien quiere una religión aparte del Islam (sumisión a Alá), no se aceptará nunca, y en la otra vida estará en las filas de los que hayan perdido (todo el bien espiritual).’ Qutb opina que 2:62 aplica solamente antes de que Mohamed trajera el Islam al mundo, una opinión apoyada por el dicho de Mohamed registrado por Tabari en que el Profeta del Islam dice que los cristianos que se murieran antes de que viniera serán salvados, pero los que hayan oÃdo hablar de él pero hayan rechazado su reclamación profética no serán salvados.
Pues sigue el primero de los tres pasajes de ‘monos y cerdos’. Los yihadistas dicen hoy en dÃa de forma rutinaria que los judÃos son monos y cerdos; esta idea es basada en el Corán: 2:63-66, 5:59-60 y 7:166. El primero de éstos afirma que Alá dice a los judÃos que profanaran el sábado: ‘¡seáis como monos despreciables!’ Pues dice que los malditos sirven de un ejemplo de advertencia para su época y para todas las épocas futuras. En la teologÃa islámica tradicional estos pasajes no se han considerado para aplicar a todos los judÃos. Ibn Abbas dice que los que hayan violado la santidad del sábado fueron transformados en los monos, pues se murieron sin hijos. No obstante, otros, tales como el erudito islámico temprano Ibn Qutaiba, sostuvieron que los monos de hoy en dÃa son descendientes de los judÃos que violaran el sábado.
Esto se utiliza mucho hoy en dÃa como metáfora de la corrupción de los judÃos, hasta la condición de las bestias. Mohamed empezó esto cuando les habló a los judÃos de la tribu Qurayzah que estaba para masacrar como ‘los hermanos de los monos’. Hoy, el Gran Jeque de Al-Azhar, Mohamed Sayyid Tantawi, dijo que los judÃos fueron ‘los enemigos de Alá, descendientes de monos y de cerdos’. El jeque saudà Abd Al-Rahman Al-Suddayis, imam de la mezquita principal en la Meca (la mezquita Al-Haraam), dio más detalles, afirmando en un sermón que los judÃos son la escoria de la raza humana, las ratas del mundo, los violadores de los pactos y acuerdos, los asesinos de los profetas, y los hijos de monos y cerdos. ‘Otro jeque saudÃ, Ba’d bin Abdallah Al-Ajameh Al-Ghamidi, hizo la conexión explÃcita: ‘El comportamiento actual de los hermanos de monos y cerdos, su traición, su violación de acuerdos, su profanación de los lugares santos…está relacionado con los hechos de sus antepasados durante la época primera del Islam- lo que demuestra el parecido grande entre todos los judÃos que vivan hoy en dÃa y los judÃos que vivieran en los albores del Islam’. Para más información sobre este tema, vea usted el estudio excelente del Instituto de Investigación de los Medios de Comunicación del Oriente Medio (MEMRI).
El versÃculo 67 trata otra vez de los reproches: los israelitas se comportan con rebelión altiva hacia el mando de Alá, dado por Moisés, que sacrifiquen una vaca (la ‘vaca’ del tÃtulo de la sura). Leemos que los judÃos se hacen tozudos (2:74) y, en última instancia, son malditos por Alá (2:89). Discutiremos más la semana que viene esta maldición y sus implicaciones, y otros asuntos hasta versÃculo 140 de sura 2.