Traducido por Aymenn Jawad Al-Tamimi.
La sección próxima de Sura 2 del Corán- los versÃculos 75-105- continúa criticándoles a los judÃos. Cuando lee declaraciones de los lÃderes de Hamas o de Mahmoud Ahmadineyad sobre Israel, acuérdese de que sus opiniones sobre Israel y los judÃos se basan en el Corán. Han aprendido, si han estudiado de cualquier manera el Corán, que los judÃos son los enemigos más perversos y culpables- y los más astutos y más persistentes- de Alá, Mohamed y los musulmanes.
En el versÃculo 75 Alá les pregunta a los musulmanes: ¿cómo pueden esperar que los judÃos se hagan musulmanes, ya que ‘un grupo de ellos escuchaba las palabras de Alá, pues las cambiaba a propósito, las habiendo entendido? En su ‘Táfsir Anwar Al-Bayan’, el muftà indio del siglo veinte Mohamed Aashiq Ilahi Bulandshahri nota que algunos comentadores han mencionado que el versÃculo se refiere a la adulteración de la Tora. Los eruditos judÃos aceptaban los sobornos de la gente para que cambiasen mandos ciertos para convenirse. Interpretando este pasaje en relación con versÃculo 79, Bulandshahri dice que los judÃos cometieron dos pecados: modificaron la escritura de Alá y aceptaron los sobornos.’ Esta interpretación es la tradicional: el ‘Táfsir al-Jalalyan’ dice que los judÃos modificaron la descripción del Profeta en la Tora, junto con el versÃculo de lapidar, y otros detalles, y volvieron a escribirlos de manera diferente de la forma en la que se revelaron’.
A causa de su arrogancia creen también que estarán solamente en el Infierno para pocos dÃas (versÃculo 80). Bukhari cuenta que, después de que Mohamed conquistara a los judÃos de Khaibar, un oasis árabe, asaron un cordero para el profeta del Islam- y lo envenenaron. Dándose cuenta de su estrategia, los convocó y preguntó. A lo largo de esto, le dijeron, ‘Nos quedaremos en el Infierno para un perÃodo breve, y entonces los musulmanes nos sustituirán.’ Mohamed respondió con indignación: ‘¡Seáis malditos y humillados! Por Alá, no os sustituiremos nunca en el Infierno’ y afirmó que estaba enterado de su complot para envenenarle.
Los versÃculos 81-105 recuerdan otra vez a los judÃos los favores de Alá que la mayorÃa de ellos rechazó (versÃculo 83), y los castiga debido a su terquedad y su desobediencia. El versÃculo 85 da un resumen de varios actos de desobediencia, culminando con la afirmación que los judÃos creen solamente en una parte de sus escrituras sagradas, y rechazan las demás. Ibn Kathir dice que rechazaron algunas partes de la Tora, y afirma también: ‘no deben ser creÃdos cuando describen al profeta de Alá, su venida, su expulsión de la tierra, su emigración, y el resto de la información sobre la que los profetas los informaron. Escondieron lo todo. Los judÃos (¡que sufran la maldición de Alá!) escondieron todos los hechos.’ Los versÃculos 88 y 89 destacan que son malditos a causa del hecho de que rechazaron el Islam. (Esto es por qué la mayorÃa de los musulmanes no aceptan la idea de que los judÃos tienen un derecho a la tierra de Israel, a pesar de 5:21 y otros versÃculos: una gente maldita no recibe los regalos de Alá). El versÃculo 98 dice que Alá es su enemigo.
Los versÃculos 94-96 retan a los judÃos: si afirman que el ParaÃso es reservado para sÃ, ¿por qué no buscan la muerte, en lugar de ser la gente que tiene más ganas de vivir? Esto es la base del insulto yihadista, como dijo hace unos años un guerrillero de Al-Qaeda en Afganistán: ‘Los estadounidenses aman Pepsi, nosotros amamos la muerte.’ Los creyentes verdaderos esperan el ParaÃso y tienen desprecio por este mundo.
El versÃculo interrumpe las condenas de los judÃos para introducir la doctrina islámica de abrogación en que Alá reemplaza lo que ha revelado antes con algo ‘mejor o semejante’. El ‘Táfsir Al-Jalalyan’ dice que este versÃculo fue revelado porque los no creyentes empezaron a burlarse de la cuestión de abrogación, diciendo que Mohamed les permite a sus compañeros una cosa y el próximo dÃa se la prohÃbe.’ El ‘Tanwir al-Miqbas min Táfsir Ibn ‘Abbas’ dice que se refiere a lo que fue abrogado de del Corán y a lo que no fue abrogado.’ Sayyid Qutb sostiene que la modificación parcial de las sentencias para responder a las circunstancias cambiantes durante la vida del profeta Mohamed podÃa convenirle solamente a la humanidad en general. La idea de abrogación (en árabe- naksh) es la base del entendimiento generalizado islámico de que los versÃculos violentos de sura 9 tienen prioridad respecto a los más pacÃficos revelados más temprano, ya que vienen más tarde en la vida de Mohamed- una idea que volveremos a discutir más tarde. (Para un análisis completo de la idea islámica de abrogación, vea el libro de Ahmad Von Denffer que se llama ‘Ulum Al-Qur’an’).
Los versÃculos 107-121 les advierten a los musulmanes que continúen cumpliendo con sus obligaciones religiosas y que no se permitan que sean engañados por los judÃos y los cristianos que intentarán engañar a los musulmanes (2:109), aunque se luchen entre sà (2:113). 2:111 y 2:120 (junto con 2:135) se burlan de las tentativas judÃas y cristianas de convertir a los musulmanes, y el versÃculo 116 es el primero que rechaza la creencia cristiana en Jesús como el Hijo de Dios (esto se repite muchas veces). La idea de que Alá puede tener un hijo se considera como comprometer el monoteÃsmo: ‘¡No!, lo todo en el cielo y en la tierra es de Alá: todas las cosas le adoran.’
Los versÃculos 122-140 vuelven a referirse a los judÃos, recordándolos lo que prometió Alá en la Kaaba de La Meca a Abraham e Ismael (2:125). Son recordados los judÃos que aun cuando rezó Abraham para que La Meca se convirtiera en la ‘Ciudad de Paz’, Alá respondió que los que rechazan la fe serán arrastrados al castigo del fuego (2:126). Si está sorprendido que se mencione un patriarca judÃo, Abraham, en relación con un sitio islámico sagrado, la Kaaba, acuérdese de que los perversos solos dicen que Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las tribus fueron judÃos o cristianos’ (2:140). De hecho, fueron siervos de Alá- musulmanes (2:128). Si no creyeron que Mohamed fue profeta, fueron a menos hanifes: los monoteÃstas antes del Islam.
Esto destaca el tema del Corán que se repite muchas veces que la gente que conocemos hoy en dÃa como judÃos o cristianos son solamente apóstatas de la religión verdadera enseñada en realidad por Abraham, Moisés y Jesús- y que la religión verdadera es el Islam. Como hemos visto, una gran parte de sura 2 se dedica a dirigirse a los judÃos apóstatas que han rechazado a Mohamed y a rogar que sigan la religión verdadera, la fe de Abraham, Moisés y Mohamed. Asà el Islam desafÃa el judaÃsmo y el cristianismo porque afirma que es la forma verdadera y original de las dos religiones. Los portavoces islámicos en el Occidente hoy en dÃa presentan a menudo la categorÃa de Abraham, Moisés, y Jesús como profetas musulmanes para prestar declaración de la afirmación de que el Islam no tiene prejuicios. Sin embargo, es en realidad solamente una afirmación de la superioridad del Islam y de la falsedad del judaÃsmo y del cristianismo.
La semana que viene: sura 2 versÃculos 140-210 con instrucciones de Ramadán, de la romerÃa y de la yihad.