El Blog del Corán- Sura 2- VersÃculos 141-210
Traducido por Aymenn Jawad Al-Tamimi.
Continuando nuestro viaje a través de ‘La Vaca’, la sura segunda y más larga del Corán, encontramos en versÃculos 141-150 una discusión sobre la ‘qibla’, la dirección de la oración. Son mandados los musulmanes que se dirijan en lo sucesivo para hacer frente a la mezquita sagrada en la Meca cuandoquiera que recen (2:150), cuando habÃan hecho antes como los judÃos al hacer frente a Jerusalén. Esto parece haber llegado a los finales de las tentativas de Mohamed para convencer a los judÃos de que fue profeta en el orden de los profetas judÃos. Solamente los ‘estúpidos’ (2:142) protestaron el cambio- es decir, los judÃos: sobre este tema el comentador que es relativamente moderado, Mohamed Asad, y el muftà comparativo radical, Mohamed Aashiq Ilahi Bulandshahri se ponen de acuerdo.Asad dice: ‘Este ‘abandonar’ de Jerusalén no les gustó evidentemente a los judÃos que se habrÃan sentido contentos al ver a los musulmanes rezar en dirección a su ciudad santa; y la frase inicial de este pasaje se refiere a ellos.’ Alá critica también a los judÃos y a los cristianos por cumplir sus pasiones ‘vanas’ aunque sabÃan que la qibla de Mohamed vino de Alá (2:144-146).
Vimos que en versÃculo 106 Alá anunció que cuandoquiera que abrogara un versÃculo, lo reemplazarÃa con un mejor, y que algunos musulmanes creen que se refiere a las cosas en el Corán, y otros piensan que se aplica solamente a la idea de que la Biblia ha sido reemplazada con el Corán. El cambio de la qibla tiene aquà alguna relación con esto. Ibn Abbas, primo de Mohamed y autoridad importante islámica temprana, dice que ‘la primera parte abrogada del Corán fue acerca del tema de la Qibla’. Sin embargo, no hay nada en el Corán que mande a los musulmanes que recen en dirección a Jerusalén, por eso es una abrogación de una regla fuera del Corán. Volveremos a discutir el tema de abrogación en varios contextos más tarde.
Alá presenta la qibla nueva como si fuera un regalo sobre todo para Mohamed que amará la dirección nueva de la oración (2:144). Esto es uno de varios pasajes en el Corán que sugieren una solicitud especial de Alá para Mohamed: otro ejemplo es cuando Alá le critica en un tono suave por negarse a casarse con su hermanastra anterior cuando Alá quiso que se casase con ella (33:37). Tales pasajes han hecho que algunos no creyentes piensen que Mohamed disfrutaba de las ventajas personales de ser profeta, pero para los musulmanes subrayan solamente el standing especial de Mohamed: los detalles de su vida, y aun sus ganas- al querer que rece en dirección a la Kaaba- son vehÃculos por los cuales Alá revela las verdades sin fin y las leyes divinas. Y su ejemplo es normativo. Muqtedar Khan del Centro de Estudiar el Islam y la Democracia explica: ‘Ningún lÃder religioso ha influido tanto a sus seguidores como ha influido Mohamed (¡sea la paz con él!), el último profeta de Islam… de tal manera de que sus palabras, hechos y silencios (lo que vio y no prohibió) se convirtieron en una fuente independiente de la ley islámica. Los musulmanes, como una parte de la observancia religiosa, no sólo obedecen, sino también quieren emular e imitar de toda manera a su profeta en sus vidas. Asà Mohamed es el medio y la fuente de la ley divina.’
Los versÃculos 151-157 alentan a que los creyentes sean firmes; el versÃculo 158 aprueba una práctica pre-islámica durante el Hajj (la romerÃa a la Meca); y los versÃculos 159-177 vuelven al tema de la perversidad. Los que rechazan el Islam sufrirán las maldiciones de Alá, de los ángeles y de toda la humanidad (2:161) y vivirán en el Infierno (2:162). Mientras tanto, la carga de los creyentes no pesa mucho. Solamente es necesario que no coman ciertas comidas, incluso el cerdo (2:173). Hay entre los no creyentes algunos que escondan tercamente lo que ha revelado Alá (2:174). Los que disputan lo que ha revelado Alá en el Corán crean abiertamente escisiones (2:176). El ‘Táfsir al-Jalalayn’ dice que se refiere otra vez a los judÃos.
Los versÃculos 177-203 proporcionan leyes acerca de varios temas: zakat (la caridad), el Ramadán (el mes de ayunar), el Hajj, y la yihad. El versÃculo 178 establece la ley de represalias (qisas) para el asesinato: la indemnización igual se deberÃa dar por la vida del vÃctima, lo que puede ser el dinero de la sangre (diyah): un pago para indemnizar la pérdida sufrida. En la ley islámica (Shari’a), la cuestión de cuánto se deberÃa indemnizar depende de la identidad del vÃctima. ‘Umdat al-Salik (la confianza del viajero), manual de Sharia que la Universidad prestigiosa de Cairo, Al-Azhar, aprueba como en conformidad con ‘la práctica y la de de la comunidad ortodoxa sunita’, dice que el pago por matar a una hembra es una mitad de lo que se paga por un hombre y por matar a un judÃo o a un cristiano un tercio de lo que se paga por matar a un varón musulmán (04.9). Para ver una explicación de esto, vea usted la declaración del Jeque SufÃ, Sultanhussein Tabandeh aquÃ.
Los versÃculos 190-193 son algunos de los versÃculos más importantes del Corán acerca del tema de la guerra. 2:190 afirma, ‘no empecéis hostilidades.’ Este versÃculo se invoca a menudo hoy en dÃa para demostrar que la yihad se puede realizar solamente para defenderse. Asad dice que ‘éste y los versÃculos siguientes demuestran sin equivocación que el defenderse (en el sentido más amplio de la palabra) solamente hace que se permita la guerra a los musulmanes.’ Sin embargo, el ‘Táfsir al-Jalalayn’ dice que este versÃculo fue abrogado por 9:1 que anula todos los acuerdos hechos entre los musulmanes y los no creyentes. No obstante, Ibn Kathir rechaza la idea de que este versÃculo fue abrogado.
¿Qué constituye un conflicto de defensa? Hay una indicación en 2:193: ‘Y luchadlos hasta que no haya más la persecución, y la religión sola es la de Alá.’ Ibn Ishaq explica que éste muestra que los musulmanes tienen que luchar contra los no creyentes hasta que Dios solo sea adorado. Dice Bulandshahri: ‘Los peores pecados son la infidelidad (Kufr), el politeÃsmo (shirk) que constituyen la rebelión contra Alá, creador de todo. Para erradicar estas cosas, los musulmanes deben hacer la guerra hasta que nada de estas cosas exista en el mundo, y la religión sola sea la de Alá.’ Este conflicto serÃa esencialmente defensivo, contra las agresiones de la falta de fe: si los musulmanes tienen que luchar hasta que no exista, solamente la presencia de la falta de fe constituye la agresión suficiente para permitir que se empecen las hostilidades. Esto es una de las fundaciones de la noción supremacista que los musulmanes tienen que hacer la guerra contra los no creyentes hasta que se hagan musulmanes o sean sojuzgados bajo el imperio de la ley islámica, como afirma explÃcitamente 9:29. Como dijo el profeta del Islam, Mohamed: ‘He sido mandado que luche contra la gente hasta que afirmen que no hay ningún dios sino Alá, y hasta que crean que soy su profeta en todo lo que he traÃdo. Cuando lo hagan, su sangre y sus riquezas merecen mi protección a menos que lo justifique la ley, y sus bienes están en las manos de Alá.’ Por eso se puede suponer de manera sensata que si no se acepta como profeta, la sangre y las riquezas no estarán a salvo de los que leen estas palabras como las de un profeta del Dios único verdadero.
Los versÃculos 204-210 les ruegan a los creyentes que no duden, no recaigan, y que no sigan insinceramente el Islam. Pues empieza la consideración de varias preguntas que preguntaron a Mohamed los creyentes- revelando, entre otras cosas, la importancia solemne de la frase ‘la persecución es peor que la matanza’ (aparece también en 2:191). Ahà vamos a recoger la semana que viene.